Descripción
El componente islámico es, sin duda, uno de los factores que más contribuyen a singularizar a la cultura española. Es el lugar común donde vienen a confluir las tradiciones anteriores y de la que parten otras nuevas, dotado además de una capacidad de emisión que empapa al cristianismo peninsular y que hace que los ecos andalusíes atraviesen las fronteras y los siglos, cruzando los Pirineos y hasta el Canal de la Mancha.
En el campo de las artes, desde la Edad Media nada puede entenderse en nuestro país sin la aportación musulmana, un fenómeno que ha marcado nuestro destino hasta hoy y del que todavía cabe descubrir muchos aspectos inéditos. A la inversa, los artistas y arquitectos hispanomusulmanes supieron renovar, insuflándole nuevas fuerzas, la herencia romana y tardoantigua que recibieron al llegar a la Península.
Por otra parte, el fin de los reinos musulmanes hispanos no significó en absoluto que acabase su influencia: después de la toma de Granada, la cultura hispanomusulmana aún pervivió mucho tiempo, y su influjo no dejó de notarse incluso después de la desdichada expulsión de los moriscos, a principios del siglo XVII. La etnia morisca hubo de exiliarse, pero en suelo hispano quedaron en pie las obras de arte, los tejidos y los marfiles, que junto a edificios como la mezquita de Córdoba o la Alhambra (quizá, la máxima aportación hispánica a la cultura arquitectónica mundial) permanecieron dispuestos a no dejar de ejercer su inmenso poder de fascinación.
Número de páginas: 100
Medidas: 18,5 x 24
Fotografías de alta calidad y acuarelas originales a color
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